Desde el mito de que ya existe cura, solo que las farmacéuticas lo ocultan, hasta que todo lo que nos rodea es tóxico y cancerígeno, el cáncer da mucho de qué hablar. ¿Por qué aún no tiene cura?
En este artículo repasamos 3 claves para comprenderlo y destacamos los avances que están cambiando el futuro de esta enfermedad.
Contenidos
Cáncer (no) solo hay uno
Cuando escuchamos que alguien «tiene cáncer», solemos imaginar un mismo proceso: frecuentes visitas al hospital, tomar decisiones junto a profesionales, comenzar la quimioterapia… Pero esta expresión da a entender que cualquier cáncer siempre funciona —y se trata— igual en todos los pacientes, cuando en realidad:
- Existen más de 100 tipos de cáncer, con orígenes —un órgano, un tejido o incluso un tipo celular— que varían de uno a otro.
- Cada cáncer presenta estadíos, es decir, grados de extensión por el organismo. Estos van del grado 1 al 4, y se caracterizan por cuánto se parecen las células tumorales —bajo el microscopio— a las células sanas del tejido. Cuanto más diferentes sean, más mutaciones habrán acumulado y por ende, mayor riesgo de metástasis.

- Al igual que cada persona es un mundo, también lo puede llegar a ser su propio cáncer. Incluso dos personas con un mismo cáncer y estadío, pueden tener tumores con genética distinta. A esto se le llama heterogeneidad, y es tan compleja que, en algunos casos, provoca diferencias genéticas dentro del mismo tumor dificultando el tratamiento.
La heterogeneidad está influenciada por muchos factores: desde los genes afectados por una mutación y cómo estos se expresan, hasta el propio microambiente del tumor —es decir, el ambiente que lo rodea— y al metabolismo, ambiente y estilo de vida que presenta el paciente.
Por si no fuera poco, la heterogeneidad también se extiende a cómo responde el paciente al tratamiento. Los mismos factores mencionados anteriormente también influyen en cómo el organismo se relaciona con la medicación y por lo tanto, con cómo remite o avanza la enfermedad.
Por todo lo anterior, está claro que no hay una cura única contra el cáncer. Esto ha complicado las investigaciones en todo el mundo, pero también ha surgido como una oportunidad: ¿y si la solución no está en un tratamiento general para todos, sino uno mucho más específico?
Medicina de precisión: avances que están cambiando el futuro
Este nuevo enfoque permite que un porcentaje de pacientes puedan recibir tratamientos dirigidos al foco del cáncer. Así, el tratamiento es mucho más específico, más eficaz y llega a ser menos tóxico e invasivo que los convencionales. Algunos de ellos ya se están empezando a aplicar de forma habitual, pero hay otros que parecen de ciencia ficción:
Inmunoterapia
A veces, nuestro sistema inmune no es capaz de reconocer las células cancerosas como extrañas, por parecerse demasiado a las células sanas. Con la inmunoterapia, se estimula el propio sistema inmune del paciente, para atacar a las células tumorales.
Un ejemplo prometedor es la terapia de linfocitos infiltrantes tumorales. Consiste en extraer los linfocitos —células del sistema inmune— que ya están atacando al tumor del paciente, multiplicarlos en el laboratorio y volverlos a introducir en el organismo. Una idea tan sencilla he demostrado que, por cada 10% de aumento de estas células, se reduce en un 17% el riesgo de recurrencia del cáncer de mama HER2+, uno de los más agresivos.
Terapias dirigidas
Aunque las células cancerosas parecen indestructibles, tienen un talón de Aquiles disfrazado de ventaja. Los tumores generan un montón de vasos sanguíneos a su alrededor y los vuelven más permeables para facilitar la llegada de nutrientes y crecer más.
Un equipo del IBIMA Plataforma BIONAND (Málaga) aprovechó esta característica para crear nanopartículas de zinc y hierro. Al administrarse en ratones con cáncer de mama, estas partículas viajaron hasta el tumor quedando retenidas, y tras aplicarles magnetismo, vibraron destruyendo únicamente las células tumorales.

Tumor en un chip
En la Universidad de Salamanca, el proyecto NEXT-CRC permitirá generar modelos de cáncer de colon dentro de un chip. Esta investigación propone crear un tumor en miniatura con todos sus componentes: células del sistema inmune, vasos sanguíneos, incluso el tejido sano que lo rodea.

Gracias a esta unión de bioimpresión 3D y biología de sistemas, se podrán testear fármacos evitando animales, y tendrá el potencial de generar la medicina más personalizada hasta la fecha. Podrían usarse directamente las células del paciente para testear su respuesta a los medicamentos.
Todos estos avances demuestran que, aunque no exista una única cura, cada vez estamos más cerca de crear tratamientos acordes a cada persona. Pero entonces, podríamos reformular la pregunta: ¿por qué la cura contra el cáncer va tan despacio?
La investigación es una maratón, no un sprint
La investigación, el trabajo en laboratorio y el testeo de fármacos no está lleno de eurekas y descubrimientos fugaces como en las películas. En realidad el proceso es más complejo y pausado: desde que se descubre un medicamento hasta que se comercializa pueden pasar entre 10 y 15 años.
¿Por qué tanto tiempo? La preocupación con la investigación y el desarrollo de fármacos contra el cáncer no se centra en cuánto se tarda, sino en si el tratamiento puede dañar más al paciente de lo que lo hace la enfermedad.
La investigación básica sobre un tipo de cáncer debe ser profunda y tener en cuenta diversos factores como los de la heterogeneidad, para asegurarnos de que se está entendiendo correctamente su funcionamiento. Una vez con ese conocimiento, es cuando se pueden buscar los posibles puntos débiles o dianas del cáncer que pueden ser atacados con medicamentos o terapias. Es gracias a este enfoque que ya existen grandes logros:
- El cáncer de colon es uno de los que mejor diagnóstico presentan. Incluso estando en el tercer estadío, este puede remitir. Además, gracias a incentivar el cribado en personas susceptibles, se está identificando en las fases más tempranas y fáciles de tratar.
- La leucemia linfoblástica, la más común en niños, ha presentado avances en las últimas décadas hasta el punto de pasar de una enfermedad fatal, a ser curada en un 80% de los casos.
La investigación avanza cada día con pasos pequeños, pero firmes. En este Día Mundial de la Investigación contra el Cáncer, debemos recordar que entender la complejidad de este conjunto de enfermedades es el primer paso para encontrar nuevas soluciones. Unas soluciones que se están desarrollando en laboratorios españoles y que cada día nos acerca a que vivamos más y mejor.
Bibliografía
- American Cancer Society (7 agosto 2025). What is immunotherapy?
- Caro, C., Guzzi, C., Moral‐Sánchez, I., Urbano‐Gámez, J. D., Beltrán, A. M., & García‐Martín, M. L. (2024). Smart Design of ZnFe and ZnFe@ Fe Nanoparticles for MRI‐Tracked Magnetic Hyperthermia Therapy: Challenging Classical Theories of Nanoparticles Growth and Nanomagnetism. Advanced Healthcare Materials, 13(12), 2304044. (https://doi.org/10.1002/adhm.202304044)
- Cho, S., Lee, S. & Ahn, S. I. (2023). Design and engineering of organ‑on‑a‑chip. Biomedical Engineering Letters. 13:97–109 https://doi.org/10.1007/s13534-022-00258-4
- MacDonald, W. J., Purcell, C., Pinho-Schwermann, M., Stubbs, N. M., Srinivasan, P. R., & El-Deiry, W. S. (2025). Heterogeneity in Cancer. Cancers, 17(3), 441. https://doi.org/10.3390/cancers17030441
- National Cancer Institute (11 octubre 2021). What is cancer?
- National Cancer Institute (1 agosto 2022). Tumor grade
- Sociedad Española de Oncología Médica (14 noviembre 2019). ¿Qué es la medicina de precisión?
- Stanton, S. E. & Disis, M. L. (2016). Clinical significance of tumor-infiltrating lymphocytes in breast cancer. Journal for ImmunoTherapy of Cancer. 4:59 DOI 10.1186/s40425-016-0165-6 (https://link.springer.com/content/pdf/10.1186/s40425-016-0165-6.pdf)